
EL CABALLERO DE LOS MARES BAJO EL SOL DE PIURA
24 nov. 2017 - María Elena Ruesta Granda
Primer Monumento a Grau. (Foto: Piura Nostalgia)

Óvalo Grau, 2017
Una de las obras monumentales de mayor importancia en la ciudad de Piura es el monumento a Grau situado en la plaza del mismo nombre, entre las avenidas Grau y Loreto.
A este monumento le precedió un pequeño busto en honor a Grau que se encuentra actualmente en Sullana.
La misión de diseñar dicha obra monumental le fue asignada al artista piurano Luis Agurto, en el año 1943, después de pasar por un proceso de elección.
El 8 de Octubre de 1945 tuvo lugar la inauguración del óvalo Grau. Este fue uno de los acontecimientos más importantes de la primera mitad del siglo XX, al que asistieron diversas autoridades del país como el presidente de turno, Manuel Prado Ugarteche, el ministro de Justicia y el ministro de Marina y Aviación. Además se invitó al Sr. Medina, el último marino sobreviviente del Huáscar quien logró asistir a la ceremonia gracias al apoyo que le brindó el congreso. Por último estuvo presente también la hija de Grau, María Luisa, quien a través de una carta le agradece al pueblo piurano la realización de esta obra en honor a su padre.
Esta obra se define como un conjunto monumental, por su dimensión y por el hecho de combinar esculturas y estructuras arquitectónicas que según la historiadora Cristina Vargas, se componen de “una columna monumental central, unida a todo un sistema de graderías y de volumetría realizada a base de concreto”.
Este monumento mide más de 3 metros de altura y está conformado por la torre de mando del Huáscar, la proa en donde se puede observar a dos figuras femeninas que simulan ser sirenas, las cuales, según Agurto, simbolizan la serenidad y la acción, las graderías y volúmenes que representan las olas del mar, la imagen de un joven atlético sobre un caballo, y por último la alegoría a la patria, ubicada en la parte superior del monumento, que levanta las manos hacia el cielo indicando el camino a quienes se inmolan por ella.
La importancia de esta obra reside en el valor histórico y simbólico que posee, razón por la cual puede ser considerado como un instrumento forjador de identidad. Teniendo en cuenta esto, y con el fin de proporcionarle al monumento ciertos recursos que aumenten su atractivo, cabría mencionar la ausencia de elementos interpretativos como paneles, señaléticas o luces más llamativas que le ofrezcan una mejor experiencia tanto a los piuranos como a las personas externas (visitantes y turistas), y les faciliten mayor información respecto de la historia y la simbología de los elementos que componen este monumento.
LA LIBERTAD PIURANA SE ERIGE EN SU PLAZA CENTRAL
26 nov. 2017 - María Elena Ruesta Granda
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La Plaza Mayor o Plaza de Armas de Piura se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad, rodeada de grandes edificios con características arquitectónicas diversas, como la Catedral de Piura y la fachada del hotel “Los Portales” que conservan un estilo colonial, o como la Municipalidad de Piura que posee rasgos propios de estructuras más contemporáneas.
Esta plaza es una de las más bellas y antiguas del Perú. Su estructura es cuadrada, lo cual denota la influencia arquitectónica que tuvo España en sus colonias. Su nombre se debe a los desfiles cívicos y militares que se realizan desde su fundación.
La plaza se inauguró el 15 de agosto de 1568. En ese entonces se encontraba rodeada sólo de tamarindos y pinos, y en uno de sus extremos se podía apreciar una hermosa glorieta, que con el paso del tiempo se fue deteriorando y terminó por desaparecer. En la parte central de la plaza se erige un monumento que simboliza la libertad, conocida anteriormente como “La Pola”, nombre que recibe en honor a la heroína quiteña Manuela Sáenz, reconocida por ser prócer de la independencia de América del Sur.
Este monumento es uno de los más antiguos que se tiene en la ciudad de Piura. Según la historiadora Cristina Vargas “su diseño hace referencia a la Marianne, símbolo de la República Francesa, aspecto que se identifica por todos los elementos que la componen, como el gorro frigio que porta sobre su cabeza, su vestimenta antigua, su seno descubierto como símbolo de la maternidad y además su pie puesto sobre un león, acto que probablemente simboliza a la España ya dominada”.
A pesar de su belleza natural, la Plaza de Armas de Piura, vista desde una perspectiva interpretativa resulta deficiente, ya que no cuenta con recursos básicos como señaléticas que sirvan de guía y conecten la plaza con otros sitios culturales como la Casa Museo Gran Almirante Miguel Grau o la Sala Ignacio Merino dentro del Edificio del Banco Central de Reserva del Perú, y una buena iluminación que durante la noche le permita al visitante apreciar a detalle cada uno de los elementos que componen la plaza. Asimismo, sería conveniente incluir paneles interpretativos que le proporcionen al visitante cierta información respecto de la historia y simbología del monumento central, y de la plaza misma.
LA MUERTE EN LA IDENTIDAD PIURANA, UN CEMENTERIO AL BORDE DEL OLVIDO
28 nov. 2017 - Diego Alonso Chahua León
Vista del mausoleo de la fam. Eguiguren.
En este segmento de sitios históricos de Piura les presentamos el cementerio San Teodoro el más antiguo campo santo de la ciudad. Ubicado al pie de la Av San Teodoro valga la redundancia y la Av Loreto se encuentra un sitio patrimonial de la ciudad importante por donde lo veamos. Es aquí donde surge la pregunta ¿puede ser un cementerio patrimonio cultural? El profesor Alberto requena de la Universidad de Piura nos responde con lo siguiente:” Claro que sí. Si hay algo que caracteriza al ser humano, es su forma de afrontar y entender la muerte. Cada ritual, cada homenaje que le ofrecemos a nuestros seres queridos cuando estos ya no están son manifestaciones propias de la cultura. Los cementerios son así expresiones particulares que evidencian nuestra visión en torno a la vida y la muerte.”

Y es que efectivamente, en ellos se puede apreciar el valor de la memoria y la historia; el arte y la arquitectura funeraria y las viejas costumbres, que día a día se van dejando de lado. Se ha dicho que los cementerios guardan celosamente el legado cultural de nuestra sociedad y es que en cada lápida o escultura se esconden los recuerdos de quienes, en vida, hicieron el hogar en donde hoy vivimos.
Una investigación académica señala que la edificación y dirección del cementerio fue asumida por don Francisco Javier Fernández de Paredes y Noriega, último Marqués de Salinas y padre de Teodoro. El Marqués financió el proyecto con la pretensión de honrar la memoria y ganar el cielo para su hijo, en 1838.
“El origen del primer panteón piurano se ha ligado tradicionalmente a la muerte del primogénito del Marqués de Salinas, quien, a causa de problemas pulmonares, falleció en la provincia de Frías. Teodoro contaba con apenas veintiún años de edad y dejaba toda una carrera militar inconclusa”, explica el profesor Alberto Requena.
Por esta razón los restos de Teodoro hasta la actualidad se conservan en una cripta ubicada en un privilegiado lugar, detrás de la capilla principal del histórico cementerio.
Entonces el cementerio san Teodoro fundado en 1838 ha sido testigo de casi toda la historia republicana de la ciudad de Piura, ha sido lugar de importantes cabios en las tradiciones la historia y es hito para entender nuestra identidad cultural como ciudadanos.
Estos cambios se pueden apreciar desde el arte escultórico en las lapidas, el cual en un inicio era más simple al solo llevar el nombre del difunto y un arreglo floral, sin embargo, todo eso cambia en el año 1850 donde aparece la simbología funeraria. Aun así, esta simbología era un poco distinta a como es actualmente, pues esta tenía un carácter más narrativo contaba escenas de los familiares con el difunto o mostraban hechos más específicos acerca de la muerte de estos mismos. Posee manifestaciones culturales plasmadas en la arquitectura y escultura funerarias, en las costumbres que se mantienen vigentes tales como el día de los muertos y las velaciones.
Parte de nuestro patrimonio histórico también ya que en este lugar. Las lápidas que alberga el cementerio San Teodoro guardan la historia, por ejemplo, de inmigrantes y hasta aviadores chinos, de ciudadanos judíos, comunidades salesianas, gremios de bomberos. Incluso, es el lugar de descanso de ilustres personajes locales como Felipe Cossío del Pomar, Luis Antonio Eguiguren y Miguel Seminario y Jaime.
Sin embargo y a pesar de todo el cementerio San Teodoro no lleva el cuidado y la conservación adecuada, como se muestra en las fotografías, que este amerita. Fenómenos externos como el fenómeno del niño costero este año descubren las fragilidades del camposanto y su mantenimiento. Como lugar de nuestras tradiciones funerarias, símbolo de la expansión y crecimiento de la ciudad el plan de acción y su interpretación por parte de los ciudadanos debe ser mucho mayor.
Desde hace ya más de 15 años el instituto nacional de cultura en aquel entonces dio el título de patrimonio cultural de la nación, por lo cual se les invita a todos los ciudadanos que participemos juntos en la conservación y difusión de este sitio histórico para nuestra ciudad y que como ya se ha mencionado forma parte de nuestra identidad como piuranos, porque el cementerio San Teodoro es parte de lo que significa ser piurano.

Escultura del cementerio como se puede apreciar de estilo italiano.

Primeras lapidas en alto relieve en el camposanto más antiguo de Piura.

Escultura del cementerio San Teodoro.

Daños dejados por el fenómeno del niño costero.
UNIDO A NUESTRO PASADO, EL ARTE BARROCO EN PIURA
28 nov. 2017 - Diego Alonso Chahua León
Ubicada entre la Av Sánchez Cerro y Jr La libertad se encuentra dentro la plaza de Ignacio Merino la iglesia museo del Carmen. Aunque su fecha exacta de fundación es desconocida se sabe que es de inicios del siglo XVIII es por excelencia la Iglesia Barroca de Piura. fue fundada por monseñor Baltasar Jaime Martínez de Compagnon, que en esa época gobernaba la Diócesis de Piura. Cuenta la tradición que tomó el apelativo de El Carmen, nombre que ha perdurado hasta la actualidad, en 1967, cuando se les entregó a las religiosas carmelitas.
Esta iglesia es admirada por poseer cuatro impresionantes lienzos que representan a San Ambrosio, San Gregorio, San Jerónimo y San Agustín, doctores latinos pertenecientes a la escuela cuzqueña del siglo XVIII. Ellos reflejan la santidad de su vida obra a través de sus más saltantes cualidades y en las paredes de la iglesia se puede apreciar una Vía Sacra, traída de España por las monjas que tiene a su cargo la iglesia; y un retablo colonial de la Virgen.
Pero yéndonos un poco más adentro en su descripción comencemos por su arquitectura y su estilo artístico comenzando por altar principal; el cual es estupenda conjunción de columnas retorcidas, esculturas labradas en madera, ornamentaciones polimorfas, que trasuntan vitalidad artística y tienen prosapia de aproximadamente doscientos años. Aunque en la mayoría de las hornacinas existen imágenes de yeso, sólo con valor de recuerdo y reverencia, hay dos de ellas que son auténticas y valiosas. En el presbiterio y lateralmente se pueden ver dos puertas de madera tallada, en alto relieve. Cerca del altar mayor encontramos una perfilada Virgen del Carmen. A la izquierda de la nave central, hay un altar barroco, caracterizado por la simplicidad y la medida en su ejecución y para terminar la breve descripción está el Retablo del Altar Mayor el cual es dorado en pan de oro y presenta columnas retorcidas y esculturas labradas en madera. En el centro se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen; talla autentica de madera del siglo XVIII. En esta iglesia se guarda una monumental custodia de oro y plata que se expone diariamente al Santísimo. El altar presenta tres cuerpos y tres calles con un remate sumamente recargado en el cual se observan seis hornacinas, la calle central está entre cuatro pares de columnas dóricas (dos a cada lado) y el retablo representa muy bien toda la simbología religiosa de la época, se podría decir que este retablo es inspirado en el antiguo retablo de la basílica de san francisco en Lima.
Esta iglesia se ha convertido en el principal museo de la ciudad de Piura, donde se puede apreciar el arte virreinal. Es un icono de nuestra historia virreinal en Piura por esto también forma parte de nuestra identidad y de los que nos identifica como piuranos es un hermoso atractivo turístico de la ciudad y se puede y debe promover más su difusión y conservación.


Imagen actual de la iglesia museo del Carmen se pueden apreciar los daños dejados también por el fenómeno del niño costero.
Altar mayor de la iglesia del Carmen.
